miércoles, 11 de abril de 2012

Across the universe, Lucy.

(...) "Sentado en un jardín inglés esperando el Sol. Si no sale el sol te pones moreno de estar bajo la lluvia inglesa" Como edra de costumbre, Liverpool era un lugar donde siempre llovía, donde era poco probable de que un rayo de Sol iluminara cada techo de cada barrio. Sin embargo, se apreciaba estar en las calles, en algún parque, donde jóvenes y adultos compartían las calles sin disturbios. La ciudad en la región Noroeste de Inglaterra era un lugar emblemático para muchos y misterioso para pocos. Tal vez uno de los lugares mas visitados por el mundo por acontecimientos bastantes importantes, referentes al deporte y a la música, entre otros. Todos parecían contentos, felices, con energía de vivir. Aunque no a una persona. 
     Lucy Spunge, joven de tan solo sinceros diecisiete, estaba en una profunda depresión. Como la mayoría de los jóvenes de hoy en día las fiestas, el alcohol, las drogas, los narcóticos eran una especie de "Modo de Diversión" y a veces, encontraban la paz eterna.
Horas antes, la pequeña se encontraba en su habitación, llorando de decepción, amor, tristeza, enojo. su pareja la había dejado sin motivo alguno, aunque ella le había comentado de que iban a esperar la llegada de alguien especial e inesperado en sus cortas edades. "¿Por qué tuvo que irse? No lo sé, no me lo quiso decir. Dije algo que no debía, ahora anhelo el ayer" - Cantaba la niña en un rincón de su habitación, con sus pequeñas luces de colores y sus fotos decorando las paredes, su rostro empapado de lagrimas de ira. Ella estaba enamorada del joven Jude pero con aquella depresión, se dio cuenta de que él no la amaba, que le mentía con que cuando estuviera lejos, le escribiría siempre y le entregaría todo su amor. En ese momento,  ella se dio cuenta que la vida era facil con los ojos cerrados, malinterpretando todo lo que veía mientras estaba con él. 
      No iba a dejar que alguna mujer lo tuviera algún día. Se paro del suelo, se arregló el vestido, se puso sus zapatos Oxford y se puso su saco. Bajó las escaleras y buscaba cautelosamente a alguien. "Seguro se fue a trabajar de prostituta..." Pensó en voz alta, al ver que su despreocupada madre no estaba en la casa. Caminó hasta la cocina y sacó una cuchilla filosa, pero se dio vuelta y quedó sorprendida al ver un objeto. "...Pero dejo media botella de Vodka." Dijo otra vez. "Ella no es así." Pensó dos veces y agarro la botella y la oculto junto al arma en su saco y dejó la casa vacía. De camino hasta la casa de su victima, pasaban demasiadas parejas felices y empezó a recordar momentos que tuvo con Jude. Hermoso día para matar a alguien que creías que amabas en un día tan romántico como San Valentin.
"No sé porqué decis adiós y yo hola..." Su primera vez que no querían despedirse. "Hey Jude, no estes mal. Toma na triste canción y hazla mejor" Cuando su amado estaba angustiado por la muerte de su padre. Para no caer en la nostalgia, tomo una cantidad de pastillas que había en su saco, probablemente de una de sus fiestas, mezcladas con todo lo que quedaba de Vodka y siguió su destino, el de matar al padre de su hijo.
     En ese momento, Lucy no distinguía la profundidad de sus pasos. En el fondo de sus caminos, se encontraba una luz de muchos colores. empezó a correr, atontada e hipnotizada. Veía diamantes por todos lados, pasando por arriba de ella, morsas cantando serenatas, hombres vestidos de blanco con cascarones de huevo en sus cabezas. Estaban volando y gritaban que era "Lucy in the Sky". Su mágico paseo a lo desconocido la detuvo hasta un enrejado rojo, en Woolton, un pequeño suburbio de Liverpool. Se trataba del hogar para niños, Strawberry Fields. Su golpe había producido que se desconectara del mundo. No podía respirar, casi era una fatiga, sus pulsaciones cada vez bajaban y se escuchaba como su mente cataba Help! Devuelta, los diamantes aparecieron, cayendo ante ella esta vez. ¡Vaya Lucy, estas pasando a través del universo! La muchacha se vio a ella misma en ese paseo sicodélico. 
-Lucy, querida, vamos a seguir cruzando el universo. Jude esta muerto. Se ahorco por decepcionarte y apenado de su cobardía. Nadie cambiara tu mundo.- dijo su clon, agarrando de su mano y teletransportandola nuevamente al universo.  

    La joven estaba tirada en el suelo. No había diamantes, ni morsas, ni hombres con cascaras de huevos. Era solo ella y repetía reiteradas veces sin aliento Jai Guru Deva Om. Nada cambiara mi mundo. 

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